CAPÍTULO 36 Palíndromos y alcohol.
Capítulo patrocinado por Cabiria Cocktail Bar. Visítenlo.
Dábale arroz a la zorra el abad. Apasionante mundo el palíndromo. Hace unas fechas, tomando unas copas, me enteré del gusto por los palídromos que tiene un conocido (amigo) mío y sus amigos. Han llegado a tal nivel, que tienen sus palíndromos de producción propia. Posiblemente nublado por el alcohol, rápidamente mi mente comenzó a combinar letras en busca de uno adecuado al nivel de aquella gente: "ovell azulrem ayav", No; "omordnilap"
-Oye Yago, palíndromo no es un palíndromo!!- le dije.
- "atoidi" tampoco- em otnemoc.
No me amilanó, soy insistente, Mr. Cabirio no me iba a redoj tan fácilmente: "nopmopmorop", la cabeza estaba un poco nublada y no concretaba nada de provecho. Pero yo a lo mío, un pitillito, otra copa, con mucho hielo qué hay que beber unos dos litros de agua al día, y a seguir pensando. "aloc noc iuqsiug", "otom al ne eniv ", "rebeb ed ajed"... Simplifica Luis, me dije, "ave", "avu"...
-"oso"!"ana"! le dije.
- "otnot", ¡haz una frase! dijo Mr. Cabirio
Dejé de beber para ser capaz de conducir la moto de vuelta a casa y me fui rendido a la evidencia de imposibilidad palindromera (otra cosa que no sé hacer para la lista). De eso hace ya tres semanas. Y el caso es que no me acordaba del tema, pero siempre estoy con algún papel cerca para tomar apuntes, como cualquier otnot, y de pronto, mientras intentaba llegar a los dos litros de agua necesarios bebiendo una cerveza de medio litro, jugueteando con mi apellido se hizo la luz:
"sera saco casares".
Venga Mr. Cabiria, dime que este no vale. Y per so na li za do.
El alcohol nos nubla, pero también nos ilumina, eso si, hay que saber tomar (siempre me ha gustado más esta forma de decirlo que la que utilizamos en Spain). En cantidades adecuadas y con buena compañía es social (si es que esto es bueno). No como lo toman en otras partes. En Sydney, los guiris (ellos), se cuecen como los british que se acercan a nuestras costas mediterraneas, o como nosotros hace unos cuantos (¿cuántos?) años.
Pero dicho ésto, no es de recibo la crítica que se ha hecho a mi otro presidente, y no, no me refiero a Touriño, me refiero a Howard, en el "The Sydney Morning Herald": "Howard spends $109.000 on alcohol in four years".
La polémica no se sostiene por ningún lado. En las fiestas organizadas por presidencias, nosotros los VIP siempre tomamos “marca cara”. Muchos de nosotros los VIP, sólo lo hacemos esos días. Vamos, que tirando por lo (muy) bajo, y suponiendo que todas son de vino, pongamos que cada botella cuesta 100 AU$. (60 €). Nos salen 1090 botellas en cuatro años, que hacen unas doscientas setenta al año. ¡22.5 cajas al año! Y dicen que no pueden precisar, pero que quedan en las bodegas de las dos residencias oficiales (no tiene que ver, pero esto me recuerda el “e ainda quedan cartos no banco”, precisa un gallego al lado para entender la dimensión de la charla). Si Howard no se ha bebido todas personalmente, tampoco es para tanto. Ánimo presidente, ¿ha probado el albariño? Anímese.
Y hablando de albariño: