Levantarse a las 4.30am para ver a la seleccion ganar, y que la unica frase que se me ocurra para expresar mi alegria venga de la casa de Gran Hermano, tiene cojones, pero que carallo: desde tan lejos, "los sentimientos se magnifican".
Y ya que lo he visto desde Australia, un homenaje a esta isla:
Este capítulo se merecía algo especial. Esa costumbre tan humana de contar el tiempo, de darle tanta importancia, de celebrarlo, normalmente no va mucho conmigo. Este año ni he celebrado el cumpleaños. No sé cuantas veces habré estado a punto de cerrar el blog, Especialmente cuando regresé el año pasado a casa pensaba que no tenía demasiado sentido seguir con el. Por eso, aunque no tiene sentido celebrar de una manera especial haber llegado a un capítulo con un número tan convencional, lo voy a celebrar cumpliendo una promesa. 
Sí, es él, es el murciélago muerto en los cables de
Aprovechando la visita de Craig, un amigo de Perth que se venía a hacer un curso de fotografía al zoo de Sydney, he conseguido unas fotos con “algo” más de calidad que las que yo puedo permitirme con el teléfono.
El primer inconveniente que se encontró en el curso, fue el tiempo, se suponía que el viernes por la tarde iba a darnos una tregua la lluvia, pero no, el sol solo salió para mi encargo:
Se trataba de sacar fotos de los animales sin que se viese nada de la ciudad, pero entiendo que Craig no podía dejar de hacer esta foto:
Aunque es australiano, una foto de un Koala siempre es resultona, especialmente si parece un peluche:
Esta me gusta mucho:
Pero mi favorita es esta. …listos, acción!!!!!
El fondo de escritorio de hoy también es una celebración, porque las cosas importantes siempre se celebran con una comilona: 
No es que me haya convertido en un monárquico, la razón del título es que en Australia se celebra el cumpleaños de la reina: el lunes de la semana pasada fue festivo! Para celebrarlo nos fuimos a visitar a un amigo que se ha metido a hostelero, se ha comprado un Backpackers: Ozzie Pozzie. Todo lo bueno que podría decir acerca del sitio merecería un capítulo entero, y así lo iba a hacer. Pero una sola foto es suficiente:
Acojonante, es la máquina original, tanto que está en japonés!
El viaje comenzó bien, el viernes, nada más llegar a Port Macquarie, que es dónde está el backpakers, se nos cruzó un koala delante del coche. El primer koala en libertad que he visto en todo este tiempo y lo veo cruzando una carretera (con lo difícil que es ver uno en libertad y casi me lo cargo).
No, no era este, pero no tengo otra foto.
La cosa iba de animales, así que el sábado, y otra vez por primera vez, vimos un grupo de canguros en libertad, me acerqué lo que pude. ¿Pruebas? Sí, esta vez si que tengo algo:
El domingo nos dimos un paseo por el pueblo. Montones de playas con una pinta estupenda. Nuestra cita con los animales: delfines. Esta vez desde el faro:
No, no son tiburones.
Pero como decía, la cosa va de animales, así que el lunes (gracias a la reina), barquito para ver ballenas. Yo pensaba que casi iba a poder tocarlas pero resulta que por ley no se pueden acercar a menos de cien metros. Algo más nos acercamos, pero tampoco mucho más.
(sorry por la calidad)
Para cerrar el capítulo de animales, un vídeo sobre el errático comportamiento de las viejas de la zona drogando animalitos:
Por lo demás, la vida sigue igual, la gente sigue dejando los carritos dónde quiere:
Bueno, este está justificado, no tenía otra salida:
Despedida y cierre. Fondo de escritorio de regalo tras el descanso de la semana pasada. North Sydney:
El viejo barbero griego de Bondi al que siempre voy, no me corta el pelo, me lo toma. Y no es por el precio, es de los baratos, 17$ (1700 pesetas). Cada vez que salgo de allí tengo la sensación inequívoca de que me ha cortado el pelo como él ha querido. Pero sí, al principio me pregunta como lo quiero cortar:
– MUY corto por detrás y a los lados y un POQUITO (a litel bí) más largo por arriba. No me importa no poder peinarme. Es una de las razones: tan cortito no hace falta peinarse – Por supuesto, me deja la azotea con una semimelena. Parezco un moderno.
Pero al final le da su toque. Al dejarme tan largo el pelo por arriba, curiosamente el mismo estilo que se gasta el viejo, cada vez que vuelvo a cortarme el pelo voy cuasi-peinado y otra vez me lo deja igual. La pescadilla que se muerde la cola. Mi teoría es que lo hace para que tenga que volver antes.
A todo esto, no sé para que me lo corto tanto, el día uno ha comenzado oficialmente el invierno. Por aquí pasan de solsticios. Y ha comenzado tal y como cerramos el verano: con temporal de lluvias. Ahora entiendo porque el Estado en el que vivimos se llama Nueva Gales del Sur. Pero bueno, en los próximos meses, probablemente años, en alcolito, si se sigue hablando de algo, probablemente se hablará bastante de lluvia. Va tocando tirar el boomerang…y a ver dónde cae.
No tengo fotos del barbero, pero si del cartero:
No puedo esperar que el barbero me haga caso en un pais en el que dejar el carro de la compra por ahi es deporte nacional. Esta familia de dos en dos:
Al igual que la otra foto que publique, esta la saque en un buen barrio, mirad los carros que nos gastamos por la zona:
Cuando nace un ninho todos decimos eso de "una nueva vida que llega al mundo", y cosas por el estilo. Unas de las cosas que tiene vivir en la conchinchina es que me estoy perdiendo todas estas llegadas y creedme, jode y mucho, pero como espero tener mucho tiempo para mimar a Lucas, prefiero dedicar el video a mi Alicia y a Miguel, que tambien son nuevos aunque "solo" sea en eso de ser padres.
Hace unas semanas, antes de ir al concierto de Stereophonics, cenamos en un restaurante italiano del barrio de Glebe (de dueños libaneses). Mientras llevaba a cabo el propósito que allí me había llevado, eché un ojo (ya profesional) al lateral izquierdo del WC. Vi esto:
¿Qué hace ahí un trozo de manguera? Porque está ahí a propósito: tiene su propio gancho. Podía haberme llamado la atención que se hubiesen molestado en pintar (a mano) el secador de manos de dorado. La posición en la que estaba no me permitía abandonarla pero la curiosidad me llevó a seguir girando el cuello en esa dirección. A...cabaramos!:
Hoy en día nos pasamos cada vez más tiempo en el puesto de trabajo, qué mejor que una lavadora de carga superior para hacer la colada en los ratos muertos.
Me he acordado del tema al bajar las fotos de la visita a las Blue Mountains. En Katumba saqué esta foto:
Y bueno, como despedida, dos regalos en la sección fondo de escritorio acordes al tema de hoy.
No está retocada, está sacada en una biblioteca de Sydney dónde han puesto una luz azul de discoteca.
No he ido al Urulu, no he ido a Melbourne, ni a Tasmania, ni a Brisbane, ni a Perth, tampoco a Darwin. Pero ya he ido a las Blue Mountains!!! Estan al lado de Sydney, a unos 100km y es una de las visitas tipicas que se hacen, entre los dos viajes mas de diez meses viviendo por aqui y no habia ido todavia.
Les dicen Blue porque se supone que los alcolitos emiten un vaporcillo (supongo que resina) que da la impresion de ser una niebla azul. Si quieres verlo azul, es posible verlo azul.
Les dicen montanhas pero son unas colinas con un tremendo valle.
Y cosas de la vida, fui a ver las montanhas el sabado y justo al dia siguiente encuentran los cuerpos de una madre y su hija que habia arrojado desde aqui:
el marido. Vivian en Blacktown nombre que promete poco. Se habian conocido por internet: aviso a navegantes.
