jueves, 29 de marzo de 2007

CAPÍTULO 25 Tararira...

...tararinco. Así se siente el español sensible con bigote, cuando se viene a la otra punta del mundo para que mediante un cartel, sito dentro de un baño, le recuerden que en su país se ha perdido un gato.Tienen el centro de Sydney parece Hong Kong, no te invitan a su casa porque no llegas a conocerlos...pero tienen la desfachatez de recordarte, mientras meas, que el lince se está extinguiendo: joder, igual que los australianos.

Menos mal, que en el país se conservan ciertos valores en parte gracias a que los niños, al menos los judíos (y son muchísimos), siguen educándose como lo hicimos los españoles con bigote:
Por otra parte, queda quien escriba el precio de las cosas importantes :
Porque en general con bastante claros:
Aunque copien (en otros colores) el logo de una de las más importantes compañías españolas:
Y, aunque la mayor parte de la emigración que han recibido no es WASP, qué intuyo que es lo querrían, mucha de la que mayoritariamente viene, está bien educada:
Los nombres son un tema aparte, no quiero ni pensar en lo que putearon a éste:
Y todo el capítulo lo hice porque me indigné con el cartel de marras que vi en un baño. Por supuesto, no era este. En fin, que son claritos y no lo son tanto, me da que con tanta ley con la que les han encorsetado han perdido parte de aquel encanto que tenían cuando eran más salvajes. Esa debe de ser sin duda, la razón de Angus lleve años viviendo en Holanda en lugar de aquí. España, que si no...

PD: es como si sintiese la necesidad de luchar contra mi atracción por Australia.

martes, 27 de marzo de 2007

CAPÍTULO 24 De las profundidades...

Más importante que la palabra solo es la imagen. Pero en ocasiones la imagen es chusca, insuficiente, o injusta. Cómo las fotos que he tomado con la cámara acuática que no se vendrá conmigo para Spain. Las fotos parecen sacadas con la media que utilizan en la tele para que no se le vean las arrugas a Saritísima.

Este es Nemo (sí, es él en pez).





En este paisaje pongo el dedo en la llaga.










El animal más peligroso que me encontré:













Sacar fotos no era parte del sueño.

Una de las mejores cosas que tiene haber venido a Australia es que un día eres feliz en las profundidades y a la semana pasas a la felicidad en las alturas. Y, a falta de un vigués, dos.De alguna manera teníamos que mostrar lo felices que éramos en ese momento, y en los momentos que eres muy feliz suele salir el niño que llevamos dentro: echamos un lapo al vacío.
La suerte fue que no soplaba muy fuerte el viento, así no nos venía de vuelta. Las medidas de seguridad en el puente son tan fuertes y eficaces, que la única manera de que se suspenda la ascensión al mismo es por tormenta eléctrica.
Hablando de tormentas.

lunes, 26 de marzo de 2007

CAPÍTULO 23 Nosotros, los españoles con bigote.

Nosotros, los españoles con bigote, no nos arrugamos fácilmente. Sólo en ocasiones puntuales sentimos el estómago a punto de pensar por nosotros y con intención de tomar la iniciativa. Pero controlamos la situación. Ellas, las españolas con y sin bigote, ellas, presumen de poder hacer varias cosas al mismo tiempo, y es cierto, nosotros no podemos, pero vivimos más descansados, tenemos dos cerebros que pueden pensar de manera independiente pero de forma coordinada: cerebro norte a cerebro sur -¿estás pensando? me quedo en reposo, avisa cuando pueda ver el fútbol. Cambio y corto (corto yo, no tú, claro). Eso, que bastante tenemos con tener dos cerebros como para dejar que el estómago quiera ser el tercer órgano en pensar por si mismo. Nosotros, los españoles con bigote que vivimos al lado del mar, estamos acostumbrados a oler el mar, y el mar no nos da nauseas. Nos montamos en un barco con la intención de cumplir uno de nuestros sueños y no podemos permitir que un mar embravecido (o como diría chiquito: bravido), un mar de esos con olas (olas con un pedazo de bigote, eso si), tire por tierra bucear en la Gran Barrera de Coral. La cosa es que tampoco habría pasado nada (la mitad de la gente vomitó), de copas con los amigos siempre podrías decir: -joder, hacía tiempo que no vomitaba, la última vez fue en la Gran Barrera de Coral...para alimentar a los peces. Pero no. Los españoles con bigote australiano sabemos controlar (rezar) y dominar la situación........dos pastillas antimareo después.
Un amigo y yo nos fuimos a Cape Tribulation. Otra Australia muy diferente de la que la gente se imagina al pensar en esta isla. Avión Sydney - Cairns, coche de alquiler y al norte se ha dicho.
Ningún alojamiento reservado ni leches, los que tenemos el bigote por montera tiramos pa'lante. Primera parada en un zoo al lado de Cairns, para ver animalitos de la zona en la que nos disponíamos a vivir unos días:
Y los peligros son muchos y muy variados, desde el típico lagarto de cuatro metros y medio que vive en el mar, pasando por el Casuario, que te puede matar de un picotazo en la yugular, hasta, como no, un pedazo de rata que esta amable guía australiana coge en sus brazos con cariño. Estos romanos están locos. El zoo muy bueno, sólo animales australianos, espectáculos como el de las serpientes, en el que comentan de pasada que, de las diez serpientes más venenosas del mundo, ellos tienen siete, pasando por el show de los cocodrilos, un tipo flaco que le da de comer al lagarto mientras suelta un discursito plagado de chistes, así sin bigote ni nada. Lo dicho, estos romanos están locos.
De ahí nos fuimos a Cape Tribulation. Para llegar hay que cruzar un rio a la antigua usanza, con una barcaza movida por cables. Ellos le llaman ferry (yo le llamaría ferris). La zona es selvática, nos alojamos en la jungla, justo al lado de la playa, en Cape Tribulation Beach House. Tre -mendo.

El día que fuimos a hacer submarinismo (en unos días tendré fotos de la inmersión), nos cruzamos con un casuario. Un bebé del tamaño de un alemán...con bigote.
En fin, que tras haber cumplido uno de los sueños más impensables de mi vida, como se trata de haber buceado en la Gran Barrera, ya sólo queda que me violen un par de conejitas play boy, hacerme trillonario sin esfuerzo, inventar por casualidad la máquina de teletransporte (y teletransportarme de sofá en sofá), y que me fiche la selección de Brasil (sólo) para jugar los mundiales de delantero centro.
Después de esta grata sorpresa que suponían los trópicos australianos, aun nos quedaba por descubrir otra Australia a pocas horas hacia el interior. Por un momento pensé que podía tachar el deseo de la máquina de teletransporte (no me diréis que no sería "el invento"). Gallegos con bigote, ¿a qué os recuerda esto?:Sí.

Nada más llegar a Sydney, carreras hasta llegar a casa, ducha, primera vez con pantalones largos, camisa y, sobretodo zapatos, en meses y a la Ópera. Las Bodas de Fígaro, Oz rules. Me enteré al asistir a esta ópera, que a los australianos (nos) les gusta aportar pinceladas humorísticas, guiños a dos ojos, a cualquier cosa. Por supuesto, las Bodas de Fígaro les venían que ni pintadas para ser graciosos: un secador de peluquería por aquí, un sofá reclinable por allá, una tarta nupcial con los muñecos de los novios, uno que se sale del escenario para hacer una foto a sus compañeros...y claro, unos mini-fuegos artificiales finales como colofón.

Pero la compañía era muy buena.

Y el marco incomparable. Como curiosidad contaré (no lo he contrastado) que al Arquitecto de la Ópera de Syney, Jorn Utzon, no le dejaron entrar en el país porque traía unas revistas porno entre el equipaje!!! No sé si es cierto, pero al fijarme en esta foto, más que las velas de un barco, veo un par de...

Pero hablando de Españoles con bigote, no puedo dejar de comentar la visita del más famoso de los últimos tiempos. Jose María Aznar y su yerno se han pasado por Australia:
La foto la tomó Laura (eternamente agradecido) en el Gran Premio de F·1 celebrado en Melbourne. Aquí más fotos.

Tengo que decir que Aznar asistió como "conferenciante" en Sydney mientras yo estaba en la barrera de coral. Habría pagado por verlo soltando el speech en inglés. No tenemos mucho, y todo lo que tenemos lo ha publicado ya Oceanía Directo (un abrazo Rafiña).

Además de esto, he asistido a un partido de Rugby con normas diferentes al que conocemos, he jugado un partido de fútbol con las mismas reglas...bueno, que tengo que dejar algo para contar mañana o pasado, complementando la gran actividad del día: hoy subo al "puente de Sydney".
Una de las razones por las que he dejado esta ascensión casi para el final (sólo me queda una semana y un día!), es por llevarme los mejores recuerdos fresquitos, pero otra es porque al no encontrar a Angus por ningún lado, desde lo alto, otearé los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste, en su busca: reconozco que comienza a ser una búsqueda a la desesperada.

viernes, 16 de marzo de 2007

CAPÍTULO 22 ¿Cómo somos nosotros los australianos?

Nosotros, los que encajamos en el tipo de australiano medio: multideportistas que utilizamos Stubby Holder para beber las cervezas, personas que caminamos en chanclas todo el día, amantes incondicionales de la naturaleza; nosotros, que no nos amedrentamos porque un animal cualquiera nos pueda matar (estoy desarrollando otra teoría propia al respecto -ya me conocéis- que consiste en que casi todos los animales cuyo nombre comienzan por ·S·, en este país son letales: Spiders, Snakes, Sharks, Scorpion fish, Salt water Cocodrile, Stin Gray, y por supuesto lo peor de lo peor, las medusas Box Jellyfish, que su nombre comienza por B, no worries mate, también se las conoce por Sea Wasp).
Al grano, si hay algo común a toda la población australiana, por encima de cualquier otra, es que todos nadamos, y nadamos bien. Y es normal, hay agua (salada) por todos lados, y ninguna (dulce) en el interior, esto nos obliga a vivir en la costa. Agua, costa.......esto es lo que nos ha transformado en los grandes navegantes que somos, esto es lo que nos hace ser los más surfeiros del mundo, esto es lo que nos lleva a querer explorar las profundidades plagadas de peligro que nos rodean. Y es que otro rasgo que nos caracteriza es que somos curiosos por (la) naturaleza. Esto es lo que me ha llevado a hacer el curso de buceo para mar abierto.
Nosotros, los australianos que buceamos lo hacemos a lo grande, en la Gran Barrera de Coral. El lunes me voy a Cairns y de allí al agua cuatro días. No me voy más tiempo porque el jueves tengo entrada para ir a la ópera, porque buceamos, pero a nosotros los australianos nos gusta la cultura. Vamos a Las bodas de fígaro. (Gusi: te lo dedico).
Alguno dirá, no tiene ninguna foto y está rellenando. No amigos, tengo fotos de nivel, fashion-,fotos concretamente. Una de sombreros:


Otra de las razones por las que me he sacado el título de buceo es porque me suena que a Angus le gusta pescar en mar abierto.

lunes, 12 de marzo de 2007

CAPÍTULO 21 Nosotros los australianos

A nosotros los australianos nos gustan nuestras cosas:
Nos gustan los eucaliptos, la cuestión no es cuantos podamos tener, el problema es que si nuestro vecino planta uno, nosotros también:
Nos gusta el surf (otra cosa es que nosotros no le gustemos al surf), y nos hemos comprado una tabla preciosa:
No sólo hay que ser honrado, hay que parecerlo:Y si nos ponemos con deportes que no son la especialidad de la tierra nos dejamos la piel en ello con tal de hacerlo bien:Y por supuesto, el Cricket no es una tontería, es un gran deporte, eso si, nos gusta hacerlo con pose torera, por aquello de nuestros orígenes.

Ahora, si nos escondemos no hay quien de con nosotros. Aunque a veces, viendo a tus admiradores, es normal no querer salir a la calle.

lunes, 5 de marzo de 2007

CAPÍTULO 20 Varios

"Os Chichisos" patrocinan el capítulo de hoy. Hoy es día de espectáculo.Hoy era el día que iba a dedicar al Mardi Gras. Pero no da para mucho, una decepción de "cabalgata", más que MARDI GRAS se podría llamar supermecado del gay y la lesbiana.
Hasta las "carrozas" están patrocinadas por firmas importantes, como por ejemplo IKEA.
Alguna lleva música y se pegan un bailoteo, pero la mayor parte no sabes que hacen allí. Quizás me esperaba otra cosa pero desde luego ahora entiendo porque uno de los profesores de la academia de inglés decían que el lema de este año era algo así como "ven al mardi gras con la familia"(por aquello de que los políticos no pueden ganar sin los votos de gays y lesbianas.
Flojito, flojito, había más espectáculo en los locales de la acera y en la propia acera que en el desfile:

Las señoritas de las aceras era de lo mejor que se podía ver.

















Reivindicación católica.










Reivindicación fetichista.


















Reivindicación por mi parte.


















Vamos que en Vigo en carnavales habrá sido mejor que esto y sin publicidades mundiales. Ni idea de como habrá sido la fiesta posterior que se habrán pegado los miles de personas que estaban allí, pero me imagino que bastante mejor que la "cabalgata".

El verdadero buen espectáculo al que asistí fue al concierto que dieron los Violent Femmes en el The Meann Fiddler, lo que yo llamaría un sitio típico de aquí. Parte para cenar, parte para bailar, parte de Pub....gigante, como una macrodiscoteca de tres ambientes.
Pero lo importante era el concierto. Fue la primera semana que trabajé en lo del Quality Paving. Me había desplazado a la casa del capítulo anterior y como se comprenderá, sólo mentalizado para currar y para hablar en inglés todo el rato. No iba preparado para la diversión.
Durante el día escuchamos en la emisora (nosotros los currrantes de la construcción australianos escuchamos música mientras curramos), escuchamos que esa noche tocaban y a los dos nos pareció buena idea ir.
Las cosas se disfrutan más cuando cuestan más, no solo hablo de dinero, no, hablo de esfuerzo. Para entrar en el local del concierto era obligatorio llevar pantalones largos. Yo no tenía: me puse unos de una hermana de mi amigo que no era capaz de abrochar. Para entrar era necesario llevar zapatos. Yo no tenía, sólo las botas para currar y las chanclas: me puse unos "tenis" del padre de mi amigo; estos si que los abrochaba (todo lo que podía eran dos números más de los que necesitaba). Y claro, entrar en un local elegante sin camisa o polo...aunque sea para ver un concierto de los Violent Femmes!!!!!!!, pues no se podía: mi amigo me dejó una camisa (mide cerca de un metro noventa). Resumiendo: tenis grises extra size, pantalones negros con tobillos superpitillo imposibles de abrochar, y camisa floja en tonos grises, en parte tapando los botones, en parte por dentro del pantalón para no tapar las rodillas.
Con ese aspecto si me dejaron entrar al concierto, pero ahí no se acabarían las sorpresas. En la segunda mitad del concierto, entra la policía con el "perro antidroga". Primeros movimientos apurados de gente tirando "cosas" al suelo...Cuando pasaba el perro justo a mi lado, le estaba comentando a mi amigo que si hacían eso en un concierto en España, se tenían que llevar al 90% la cárcel. Cómo nos reíamos. Segunda pasada del perro, esta vez pasó entre la barra y mis pantalones superpitillo...seguimos descojonados cuando en la tercera pasada el perro se detiene a mi lado y al de otros que estamos en la barra, los polis nos miran, me miran, advierten que voy de etiqueta y me dicen que me tienen que llevar fuera a cachear. Sonrisa de oreja a oreja: ya tengo algo que contar en el blog!!!! Mi amigo viene conmigo para ejercer de traductor por si es necesario (entiende bastante español). Me hicieron tres o cuatro preguntas tontas y me hicieron quitar los tenis, joder, ahora se van a ver los calcetines verdes que llevo y que no pegan con el conjuntito gris!!me revisaron la cartera y claro me dejaron ir. Nunca olvidaré el concierto de los Violent Femmes.

Y hablando de redadas, se me da bien ir de etiqueta, siempre hay que tener la ropa adecuada al evento, que vas a la ceremonia en la que un amigo obtiene la ciudadanía australiana: camiseta "hay redada hoy", pantalón corto y chanclas (eso si, hay que saber quién es La vida en Australia es así, informal, se viste cómodo, se intenta que la vida sea fácil.......fácil hasta que tienes que aparcar el coche.En fin, que te vienes a un país en el que para ir a un concierto tienes que vestirte de yonki...y tragas, a pesar de que te tomen por ello; un país con señales de aparcamiento que jamás llegas a comprender del todo pero que intentas cumplir, ahora, lo que es imposible de comprender es como consigue esconderse Angus, salvo, claro está, por que se junta con malas compañías.