miércoles, 27 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 14 Paella y Barbacoa. McGiver y McSouza

Capítulo patrocinado por Karma Viajes. Nadie me había "traído" a Australia tan bien.

El canguro es un animal con mucha personalidad. Nosotros, los australianos, lo sabemos. Si ves por segunda vez a uno de ellos, saltando, comiendo, entre las dunas más cercanas a la foresta y el canguro no está de quiero para sacarle una foto, no se la sacas. Nosotros, los australianos, lo sabemos. Sabemos que los puñeteros prefieren bajar a la playa al oscurecer. Pero nosotros, los australianos de marcado origen español, en ocasiones somos olvidadizos, se nos va la mano a la Nikkon y no respetamos la opinión de un bicho. Sin embargo, ella, la noche, pasa de nacionalidades y la foto sale en bello negro total. En ese típico color negro-negro que podría dar pie a interpretaciones del tipo, como era un canguro estaba saltando en ese momento y por eso no se le ve.

La caminata hasta la cabaña se componía de dos fases marcadas por el tipo de terreno: diez minutos por la arena (blanda) de la playa, y otros diez por un sendero (blando) con cuesta pronunciada al principio. Nosotros, los australianos acostumbrados a cargar con la tabla de surf, apenas nos cansamos…como llovía tenuemente, el agua que caía sobre nosotros disimulaba, escasamente, el sudor que empapaba nuestras camisetas. Pero el objetivo era llevar la paellera para cuarenta, el quemador de la paellera para cuarenta, la bombona para el quemador de la paellera para cuarenta….la carne, el arroz….Y qué bien salió la paella!!. La paella, además de aportar un enorme toque español al monte australiano, sabemos que está fundamentalmente basada en el arroz, ese gran alimento que tiende a estreñirnos. Bendito sea el arroz, a nosotros los australianos nos gusta hacer number two de campo, pero aquí entre que había un “toilet” sin cisterna y que las arañas que hay son del tamaño de un ciervo volante, la ocasión no se prestaba a aventuras sensoriales por ahí abajo.

A pesar de la prohibición de hacer hogueras, la primera noche teníamos entre nuestras filas a un lugareño, McGiver; eso facilitó las cosas porque si bien la lluvia fue poca, fue constante y las maderas estaban húmedas. Dos pastillas de chocolate blando, un palillo usado y una cerilla sin fósforo más tarde McGiver hizo un pedazo de fuego que quitaba el sentío. O lo quitaron las cervezas de la tarde, las copas de vino en la cena, el ron-cola con limón natural…Fue una noche de abrazos. Alicia, estarías orgullosa de mi.

El día 25 fue ya un día más típicamente navideño para nosotros los australianos: baño cargado de miedo por las resacas (las nuestras y las del mar), varias capas de crema solar, partidita de palas, malabares varios con el balón, partido de fútbol en la playa contra unos niños kurdos (fue necesario emplear las cargas legales para compensar la rapidez innata de los niños -en plena forma- kurdos), en fin, que os voy a contar que no sepamos nosotros los australianos.

Al anochecer bajamos a buscar canguros…con un éxito desigual: unos pocos no vieron ninguno, algunos vieron dos, casi todos vimos uno. Nosotros los australianos tenemos un dicho: vale, hemos visto un canguro pero es la hora de cenar y nos gustan las barbacoas!!!!! Dicho y hecho, otra vez a comer, teníamos maravillosos cocineros, a beber, que buenos abridores de botellas, la paellera para cuarenta con todos los complementos, una hoguera para después de la cena….coño, se había ido McGiver; no problemo, tenemos a McSouza, de experto en forestas australianas a experto en selvas amazónicas. O Luciano encargouse do fire.

Garie beach, en el Royal National Park. Una Navidad diferente. Diferente pero igual, porque si es difícil ver un canguro en libertad, más lo es ver a Angus. El video resumen es el video de Rafa Villegas, un periodista venido a fianciero (contra su voluntad, claro está). Para su aventura australiana tiene otro blog que recomiendo: Oceanía Directo, y que durará más que este.

En resumen: playa, palas, futebol, arañas gigantes, barbacoa, paella, pantalones cortos, loros con hambre, otro lagarto juancho, anguilas, camisetas, más playa, gorrito de papanoel….lo típico.

El resto de las fotos aquí.



domingo, 24 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 13 Cerrado por vacaciones

Nos vamos dos días de acampada para celebrar las navidades con más "latinos de esos" y algún guiri.
Feliz Navidad. Merry Christmas.



Lola y Carlos, los que estamos al revés os queremos.

miércoles, 20 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 12 En la tienda.

Ayer martes, mañana jueves y el viernes, echo una mano en una tienda de un español afincado aquí desde hace un montón de años. El hombre es el gallego que os conté hace unos capítulos, él que es de cerca del centro físico-filosófico de Galicia: Aqualata ("É un lugar alto, definido etimoloxicamente como auga elevada «Aqualata», protexido ao nacente pola sombra do Farelo, e san por definición: Aquí non hai enfermos.") En fin, el que no tenga nada que esconder....
El caso es que me vino bien practicar un montón de horas el inglés con un australiano de origen portugués (hay dos en la tienda) aunque yo, en realidad, voy allí a echar una mano atendiendo a la colonia española (matusalenes en su mayoría) con el asunto de los turrones, mazapanes....
Pero claro, ya sabemos que las cosas se complican siempre, y en un momento en que la tienda-bodega (cómo deben de beber los australianos) estaba llena, el amigo portugués estaba cobrando a un montón de gente al tiempo que no había ningún español al que "ayudar", llega un australiano y le hace una pregunta. Sagaz se da cuenta de que el pobre no puede atenderle y se dirige a mi señalando a unas botellas de whisky del carisísimo:
- tho'skech wiki a' really nice?
- sorrrry is my firrrst day here, i don' te know much about these (es cierto, ninguna era de sen ghaiteiros), but if you want, i can tell you somzingg about spanish food.
- o'nice!!

¿Nice? ¡Tú mujer es de Valencia!¿no me digas que eres de Malta? Tres palabras en castellano con acento italiano después, le vendí dos jamones de bellota de Salamanca. Menuda cara puso al saber el precio.

¿A qué no sabéis quien no se ha pasado por la tienda? Yes, Angus; pero es que creo que ya no bebe (alcohol), seguro que lo dejó cuando vio esto. A lo mejor no estoy buscando bien, me despista que se haya cortado el pelo (video pata negra).


lunes, 18 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 11 Fiesta, paseo y picnic.

Así, se podría resumir de manera escueta el fin de semana.
El sábado fiesta en casa de una amiga. Yo preparé tres tortillas, tres sí, pero entre todas no tenían suficiente sal para una hecha a mi gusto.
En la fiesta he vuelto a coincidir con Gabrielle, un italiano simpatiquísimo, supongo que lo se espera uno de un italiano, que sea simpático, que le gusten más las mujeres que... qué le gusten tanto las mujeres como a nosotros, en fin toda esa serie de tópicos. Además es un gran admirador de Lucio Dalla (luchio daaaaa la: bueníííííí simo) y claro de Mina, esa diosa italiana (gracias Sito). La lástima es que hoy (creo) se ha vuelto a Italia, es una pena, las dos veces que hemos coincidido me he reído muchísimo. Si a alguno se pasa por Cerdeña y le entran ganas de ponerse un pearcing o celebrar la visita con un tatoo, que le visite a su tienda Gatto Matto Studio.

Las fiestas aquí se acaban pronto, a las doce, la vecina loca de in front nos pegó un toque por el "ditófono" para que dejásemos de divertirnos, no sea que no quedase más para otro día.

Acostándote a esas horas, lo mejor es que al día siguiente se puede madrugar y darse un paseo por los acantilados. El paseo es una oportunidad más para demostrar que la construcción no tiene que estar reñida con la naturaleza, hay casas hasta el borde del acantilado, incluso en el acantilado y al mismo tiempo se puede hacer un paseo bien largo para que todos podamos disfrutar de las vistas. Claro que aquí no estamos nosotros construyendo.
En fin, que una vez más tengo que hablar maravillas de esta ciudad. Me reservo todas las pestes para el día que hable de las señales de aparcar, prohibido......ahí se van a cagar.
Pero cómo estamos enseñando lo bonito, seamos positivos, os enseño la playa dónde hicimos un picnic. La idea es ver desde ahí los famosísimos fuegos de fin de año desde el puente de Sydney. Por cierto, el puente se puede visitar, es decir, se puede subir a él, pero son tan precavidos que incluso hacen un control de alcoholemia antes de subir. Las tarifas son muy asequibles (10$ son más o menos 6€, vamos que lo más económico pasa de las 15000 pts).

El viernes pasado he cumplido tres semanas en Sydney, tres semanas maravillosas, salvo por el pequeño detalle de que aun no he visto a Angus. Sé que existe porque ha estado en España varias veces y tengo pruebas ello. El vídeo de hoy se merece un aplauso.

Las fotos de la jornada aquí.

viernes, 15 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 10 En dos palabras IM…COJONANTE

Visita a Sydney Tower, menudas vistas. Toda ciudad que se precie y que no incluya un mirador natural cerca, debería de construirse una. Media hora de espera en sucesivas colas, previo paso por detector de metales, y tras pagar 26$ (unos 15 Ecus), subimos a la Torre. He visto por Internet que es una construcción de unos 300 metros de altura (no lo he confirmado como se debe), pero lo que si recuerdo es que en los 40 segundos que tarda en subir en el ascensor, nos llevan a los 250 metros. No es una de las 10 construcciones más altas del mundo pero tampoco es necesario subir más, ya da un “poco” de respeto la primera visual al suelo.

Gracias a la torre se puede apreciar lo descomunal que es Sydney, eché un ojo a parte de los recorridos que he hecho walking y creo que de haber sido consciente habría cogido más “VITRASAS”.

A todo esto hice la visita con Christo pasa con creces de los 33 años, es sudafricano, y, podría ser español (duerme la siesta) , si amiguitos, estoy en disposición de rebatir varios puntos que se daban por ciertos al respecto:.
Sin embargo, si que podemos afirmar que las películas que tratan sobre su vida estaban en lo cierto: es rubio y tiene los ojos claros.

Por lo demás, y ante la falta de cosas que contar me veo obligado, por presión popular (nunca pensé que tendría tanto éxito el blog), a preparar una serie de especiales. Tengo en mente varios:

a) Sydney Play-Mate

b) Fotos curiosas

c) Fotos artísticas

d) Descifrando el acento australiano

e) Prohibido... y las señales de aparcamiento.

f) Viaje de norte a sur de Australia en yate de vela.

El orden no será ese y quizás ni los llegue a hacer todos, pero alguno caerá, especialmente el del viaje QUE ME VOY A PEGAR en barco de norte a sur, 10 días (aprox.).

Hoy las fotos de Sydney son lo verdaderamente importante. Y que suerte tenéis, porque es hacer un clic; yo, en cambio, mira que doy vueltas y más vueltas pero sólo veo su nombre por todas partes, pero a él no. Todas las fotos aquí.

lunes, 11 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 9 De camping, o cómo pasar del blanco al rosa

Tarde, MAL y a rastras he visto mi primer canguro, cual rata gigante cruzando una carretera de noche. Estábamos a unos 20 minutos del camping, Treachery Head Camping Area, cuando se nos cruzó un canguro pequeño delante del coche. Visionado corto pero emocionante, al menos, el primer canguro que he visto es un canguro salvaje. Eso si, en el camping he tenido la suerte (?) de ver otras especies autóctonas. Justo al lado de dónde montamos la tienda teníamos a un auténtico cocodrilo……dundee, menudo tipo. Baste decir que era el encargado de seguridad del camping, que lleva dos años viviendo en el camping, en una tienda de campaña y que tiene un solo tatoo (a la vista) que le cubre toda la espalda. Y claro, se hizo nuestro amigo, a mi me parece que dijo llamarse Clint (imaginad que chiste hice, like istgud… yah mait); el resto de los votos indican que se llama Glen. En una ocasión, me preguntó si le entendía algo y le dije que la mitad con suerte, no pude mentir mejor porque aun no sé en inglés, es más, estaba casi convencido de que ni siquiera hablaba en inglés, pero pasó la prueba del algodón del ser o no ser australiano: a) decir “mate” (ellos lo pronuncian mait) cada dos palabras, y/o b) decir “no worries” (en castellano de ramoncín: no pasa nada tronco). Son muy tranquilos. Bueno, sería injusto por mi parte reducir a dos pruebitas la esencia del inglés australiano, con muchísima frecuencia dicen: “no worries mate”.

Además de a Clint/Glen, también conocimos a otro representante de la especie surfis-surfis, un melenitas rubio con perilla que según me cuentan tenía, con suerte, dos dedos de cerebro, no sabría deciros, tampoco le entendía ni jota. Me pareció buen tipo, invitó a un par de rondas de cervezas frías que tenía en la “pick up” (creo que el tío dormía en la parte de atrás, al raso).

El camping, a unas tres horas al norte de Sydney, está en un parque nacional (otro de tantos aquí) que parece del tamaño de la provincia de Pontevedra. Prácticamente el 90% de la gente que se acerca a acampar va a hacer surf . Madrugan, se untan de crema hasta blanquear la piel porque según me contaban, aquí el sol pega más fuerte que la patria y a coger olas.

Digo contaban porque ahora soy yo el que puedo contarlo, me he quemado en un día nublado como en mi vida. Tengo los tobillos hinchados en particular, y la mitad del cuerpo de color rosa guiri, en general. Hoy no he querido ni bajar a la calle para evitar males mayores. Como curiosidad os contaré que es el país con mayor porcentaje de casos de cáncer de piel y que están todos muy concienciados. La parte negativa del asunto es que, para variar, en este país han tenido que prohibir algo (prometo una entrada dedicada a este asunto en exclusiva) para lograr esa concienciación. Para que la gente no se confíe con el tema del sol no están permitidos los protectores solares superiores a 30, de esa manera, cada media hora tienes que echarte una nueva capa: siempre pensando por nosotros.

Para amenizar el capítulo de hoy propongo un juego, de lo que se ve en la foto, ¿qué es lo que da más miedo? (ayuda). Aquí el resto de las fotos.

Se me olvidaba hacer un comentario acerca de las carreteras por las que nos hemos metido; igual, pero que igual a las "carreteras" del juego de la play station "Colin Mcrae". Menos mal que para la gran mayor parte del recorrido hemos cogido la autopista, eso si, por más km que haga no me encuentro a Angus.

miércoles, 6 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 8 Poca cosa: playita y regata.

Capítulo patrocinado por Australian Bar Vigo.

Estos últimos días poco que contar. Como el tiempo varía de una mañana para una tarde, cuando sale el sol hay que ir a la playa, máxime cuando se ha logrado un hermoso moreno obrero de tanta caminata por Sydney.

El otro día me fui a explorar las calitas que hay cerca de casa, topé con: Parsley Bay. El nombre invitaba a reclamarla pero no había moros en la costa y me conformé con unos bañitos en agua templada. Eran aproximadamente las 14:00 y no había nadie en la parte de arena, los pocos que habían bajado a la playa estaban en la hierba. Las cosas de la vida hacen que él único niño que había en toda la playa fuese devoto de Murphy: me llenó de arena dos veces (otra vez las limitaciones del idioma...)

El mal tiempo ha vuelto; no se puede ir a la playa: A regatear!!!
Qué vida esta, casi todo el personal con gorrito de Papa Noel....primero mojitos.......después cervecitas.....ya estoy speaking english....cervecitas....llegada a puerto....cervecitas.....tortilla de patatas, hot dogs..... El barco es de un cirujano austríaco (y de su mujer, claro) afincado en Sydney. Todos muy buena gente.

Cada vez veo más negro encontrarme a Angus. Al revés, caesares8.

domingo, 3 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 7 Mambo taxi

Yussuf. Mi amigo el conductor de la línea 316 (Bondi Junction - Randwick), se llama Yussuf. El viernes fui a cenar a un mexicano con otro crisol de nacionalidades. En un momento dado salimos a fumar un pitillito a la calle y, hablando (concretamente talking), cuento la odisea del autobus y de pronto una chica turca me pregunta: ...with a big moustach? bus 316!!he is Yussuf. Resulta que es profesor de baile tradicional turco, bailarín y que incluso colabora en algún programa para turcos de una emisora de radio con programación multipluricultural, algo parecido a la cadena de televisión en la que veo "el parte" todos los días a las 8:30 am.

Esa misma noche, de vuelta a casa a eso de las 00:30, volvimos a sufrir una de las peores cosas de esta ciudad: los taxistas. Ellos deciden a qué hora vas a llegar a casa (incluso si vas a llegar); les dices a dónde vas y, si no les apetece esa ruta, son capaces de hacerte bajar. Lo he vivido en mis propias carnes (es frustante no poder expresarles, con toda la amplitud del lenguaje, eso que se te pasa por la cabeza). Esa noche paramos un taxi que decidió que no le interesaba llevarnos a casa, pero que, al dar la vuelta a la manzana, se encontró con otro tipo que iba para nuestra zona y cambió de idea, pasó a recogernos (con el otro pasajero montado) a cambio de 10 dólares australianos por barba: nada de taxímetros. Se trataba de un psicópata de las Islas Maldivas que, en algún momento de su vida, decidió ir a correr rallies por las calles de Sydney. A todo esto, la música a tope, el tipo extrañamente nervioso, parlanchín ... no sé.
Pero nuestro protagonista de hoy es un pedazo de pelícano que hemos visto en el Sydney Fish Market. Se trata de una lonja en la que hay muchos bares con terraza en los que se puede comer pescado fresco, variado y muy rico (eso si, ninguno es como "El Turista"), además de poder comprar pescado (un domingo!). Fuimos a comer allí después de un paseo por Rose Bay y antes de pasar por la tienda de José Fernández un paisano de Rodeiro, ayuntamiento que limita al oeste con el auténtico centro neurálgico de Galicia: Agolada. Un domingo tranquilo.

Tranquilo me voy a quedar cuando vea a Angus y pague unas cervezas.

viernes, 1 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 6 Crónica de Sociedad


Australia is a huge continent. Si recorres Sydney a pie, parece otro contienente.

Ayer, jornada intensa dónde las haya, he pateado más de cuatro horas por medio Sydney.

Acompañé a la mentora hasta la oficina y tras unas breves indicaciones (e imprimir unos mapitas), me dispuse a caminar hasta Bondi Junction. Lo primero Fonefix, una tienda en la que arreglan/liberan...móviles. Ya os podéis imaginar:
Fx: how a' u
caesares8: aim note frrrome jiar.
Nos entendimos perfectamente, sobre todo yo: ¿45$? it´s too egspensif!!!.....hoy me paso a recoger un móvil y dejar otro.
Después del recado , a coger un vitrasa hasta la universidad de New South Wales, concretamente al Institute of Languages (no se fíen de las apariencias, está mucho peor que el CUVI viejo hace unos años). En este punto comienzan las calamidades.
Las instrucciones iniciales no eran del todo correctas, el bus (352) no era el bueno. Le he preguntado a un chino y éste, amablemente, me ha dicho cual era el bueno, el 314. Las instrucciones siguen sin ser del todo correctas. Me monto, por iniciativa propia (harto de esperar) en un tercer bus, el 316. Le pregunto al conductor si me quedo cerca del punto que le enseño en el plano y me dice qué más o menos...............más o menos entiendo lo que me dice y le pido que me avise cuando llegue mi parada. Las instrucciones no son del todo correctas. El bus llega al final del recorrido y el busero bigotudo se cosca de que sólo estoy yo en el bus y de que se ha despistado. Sinceramente, al recorrer tanta distancia, ya había sopesado descartar el curso en esa universidad.
-Soooooorrrrry, mate
- no worries (busero de los...)
El tío me propone llevarme en el recorrido de vuelta y, llegado el momento, me dejará en una parada dónde me tendría que cambiar de bus. Me pregunta de dónde soy, se alegra , ¿te gusta el fútbol? -Claro, bueno, sure-. Su mostacho se muestra en su máxima expresión, a él también le gusta. Es turco, le digo que precisamente mi equipo juega con un equipo turco ese mismo día. -Selta de Vigo!!!- y yo yiesss!!! Nos hacemos amigos. Ya no importa el despiste, en medio del éxtasis se confunde y cree que practico fútbol. No le corrijo.
Le pregunto si es posible ir caminando desde el lugar dónde me va a dejar hasta la universidad. Me respondió afirmativamente e incluso me da unas indicaciones gratis (él había estudiado allí dos años cuando llegó hacía 15) -inglis sirou when i came-. Me despido con un fuerte apretón de manos y me echo caminar....................dos horas más tarde, llego a la universidad, bella zona de parques interminables. Las instrucciones no eran del todo correctas. Tengo moreno obrero.

Se me hace tarde, in the afternoon tengo dos actos sociales y aun tengo que pasar por la tienda de móviles, llegar a casa, afeintarme....

Consulto a unos "buseros" en una bus station (garaje, no parada), dónde puedo coger el autobús de vuelta a Bondi Junction. El portero es Chileno. Al fin me dan instrucciones exactas. Llego a la parada cojo el autobús de vuelta a Bondi Junction (el 400) y en 15 - 20 minutos regreso a Bondi Junction. Me acuerdo del turco y las tres horas del camino de ida (a todo esto, en chanclas: el calzado nacional Oz).

Acto social 1. El embajador suelta un speech en la inauguración de una exposición que vienen a montar los dos madrileños que conocí en la parada de Bangkok y que os comenté en el chapter two.
Resumen del acto: el queso manchego habrá durado 15 minutos, había codazos (lo prometo). El vino y los posteriores pinchos hacen las veces de cena. No he visto la exposición, teníamos prisa para ir al.....

Acto social 2: Priscila, la reina del desierto; el musical. Hasta el día de ayer, el mejor musical que había visto en mi vida, fue el playback de Jesucristo Superstar que acometieron "los mayores" en el cole. Priscila pasa a ser el primero desde ayer. Jesucristo cae al último puesto.

No sólo es un espectáculo muy bueno, si no que al tiempo arrojan regalos desde el escenario. Imitan la conocida técnica tailandesa (3er. párrafo) para arrojar preciosas pelotas rosas de ping pong.

Para mi que Angus es un ser virtual.

miércoles, 29 de noviembre de 2006

CAPÍTULO 5. Ciencia y campo.

Tras superar los problemas técnicos, volvemos al tajo.

Una tónica general de la ciudad son los árboles, los hay por todos lados, el retraso por problemas técnicos no me permitió poner ayer las fotos del parque que tenemos cerca de casa, con un paseo al lado del acantilado (=Cliff. lo que supone Acantilado Richard), que está muy bien (mejor si hablas japonés). Damos así, por zanjada la parte del campo, más fotos aquí.

Dentro de unos días prometo un detallado informe visual de todas las prohibiciones que se gastan por aquí; miento, de unas cuantas, todas es imposible. Sólo las señales que han dedicado al aparcamiento.... En mi opinión son exagerados. Pero es que son así, mirad lo que ponen en los paquetes de tabaco.

Vamos ahora con la parte importante, la parte científica. Supongo que, alguna vez, habréis escuchado hablar del efecto coriolis; se trataría de que en el hemisferio norte, los remolinos que se forman cuando quitamos el tapón de la pileta (por ejemplo), lo hacen en un sentido (creo que el contrario al de las agujas del reloj), y en el hemisferio sur en el sentido contrario. He leído opiniones en los dos sentidos, yo lo único que puedo asegurar es que, en casa, los remolinos giran de izquierda a derecha.

En la sección de sociedad, comentar que ayer, en un bar español(?) conocimos a un trabajador español que está siendo explotado en la España de nuestros días: Luis Donado. Es el encargado de realizar una sección de viajes del Tiramillas del Marca. Lleva 4 meses por el mundo y le queda hasta junio...y cobra por ello.
Una verdad científica es que Angus no sale de casa.

lunes, 27 de noviembre de 2006

CAPÍTULO 4 ó aclarando down under

Es increíble la insistencia de algunos en los mismos temas, siento la necesidad de contestar las dos preguntas que más me han llegado para zanjar el tema:
a) No, no he visto ninguno por el momento.
b) Sí, yo diría que están buenas (si es que son de aquí).

Paso ahora a la nota cultural. La "gaita" australiana resulta ser muy diferente a la nuestra, la suya es más grande(!!!), seguro que es por eso que la tocan....... sentados. En fin, su nombre es didgeridoo. Es lo que toca el de la careta. ¿alguien se quiere comprar uno?

Aquí el tiempo varía incluso más que por ahí, tan pronto está día de playa como se cierra el cielo. Es lo que tiene la primavera austral. Las playas que conozco son bastante grandes, con corriente bastante fuerte y con helicópteros pendientes de localizar sharks. Personalmente sólo he estado cerca de este tiburón.

Los días son bastante cortos, eso les permite hacer conciertos de jazz al aire libre, dónde, si bien la música es importante, no lo es menos la comida. En nuestro particular picnic, había australianos, brasileños, españoles, un sudafricano y un italiano!!! Crisol de razas en Vaucluse House.


La rareza gastronómica de los australianos el el vegemite, se dice que tienes que ser australiano para (ser capaz de) comerlo: no estoy de acuerdo, cualquiera que haya perdido el olfato y, en general el sentido, podría hacerlo. (Maicol, te lo llevo).


Aquí el resto de las fotos que he subido. No vi a Angus por el concierto.






sábado, 25 de noviembre de 2006

CAPÍTULO 3 ó aquí también hay operación triunfo.

Nada menos que la Ópera se gastan por aquí para hacer su "operación triunfo", eso si, no la llaman OT, ya estaba ocupado el nombre. Me enteré de esta importante noticia, no tanto por ver la tele (la encendí ayer para ver la hora), como por estar en el sitio y en el momento adecuado: me tomé unas cervezas en el Opera Bar. Tengo fotos de y desde ese bar, pero las del enlace son un poco mejores que las mías.
Sé que alguno, en estos momentos, desea (otra vez) que de mi opinión acerca del nivel que tienen las tías aquí, tranquilas chicas:
a) por ahora ganáis de calle las spanish.
b) se tarda mucho en llegar hasta aquí....
Poco más tengo que contar por ahora, salvo que ya llevo un poco más de un día y todavía no he visto a Angus.

viernes, 24 de noviembre de 2006

CAPÍTULO 2 ó de como sufieron mis rodillas.

Viajar tantas horas en clase turista no está al alcance de altos con tendinitis crónica en las rodillas, doy gracias por ser bajito. Esta podría ser la primera reflexión del trayecto.
Un comentario sobre mi extenso conocimiento de Bangkok: la llegada en avión invita a hacer un chiste: be water my friend, empty your mind (you put water in a land and the water becomes Bangkok). Menudos charcos, está todo inundado; los franceses tenían todas las de perder. Otro punto a comentar sobre Bangkok, más concretamente sobre su aeropuerto, es que todas las rampas del aeropuerto tienen la misma leyenda en inglés (y yo diría que en tailandés) Long life the King. No tengo foto del evento pero a la vuelta la haré. La que seguro que no podré hacer es una que habría sido increíble: fui con un par de madrileños (majetes) a echar un pitillito al area destinada a ello, una sala cerrada de unos cinco metros cuadrados y techos bajos en las que, eso si, fumas uno pero cunde como tres, cuando de pronto metieron en la minisala a una viejecita inglesa (creo), enjuta, que iba en silla de ruedas!! (empujada por un bangkokiano); como me jode no haberme atrevido a hacer la foto. Menudo vicio la jodida.
De Sydney, por el momento, solo puedo comentar que la gente parece llevar bien lo de vivir colgado por los pies. Conducir al "revés" seguro que les ayuda.
Si lo que he escrito resulta inconexo...podría deberse al famoso jet lag. Confirmo en mis carnes que no es un mito.

Desde el futuro,
caesares8
PD: tengo una oficina de correos en frente de casa. No tendría excusa.

lunes, 13 de noviembre de 2006

CAPÍTULO UNO ó CHAPTER ONE





































Puntos de partida.