CAPÍTULO 71 Más vale tarde que nunca.

Ahí va un somero resumen de mi vuelta al otro hogar:
Nada más llegar me fui a recorrer el paseo que va de Bondi a Bronte. Normalmente es un paseo muy chulo, esta vez tenemos que añadir que había una exposición-concurso de Sculptures. Estas son las que más me gustaron:


Mi favorita es la de las hormigas "comiéndose" el mercedes. Los australianos son muy previsores, habían numerado todas las esculturas para (imagino) votarlas luego. Pero entonces llegamos a la casa de un pirado que lleva tiempo reclamando que ese trozo de acantilado es suyo. Dios sabe en base a que reclama su trocito de territorio , el caso es que a los de la exposición de lo único que se preocuparon es de señalar, eso si, con el mismo formato que el de las esculturas , que la "vivienda" tan decorada que estaban viendo no pertenecía al concurso.Esto no recuerdo si era parte de la exposición o del ajuar del mítico habitante del acantilado. Pero estos días también han sido días de despedidas, la semana pasada se han marchado varios de los becarios que conocía, y si bien echaré de menos a todos, Javi merece una mención especial: la cuidad se queda sin otro afisionado ó seltiña. El lugar que eligieron para la despedida no tenía malas vistas:No sé si alguno de vosotros conoce la campaña que se realiza desde la Voz de Galicia, atacando el feismo. No es una idea original de ese periódico. En Aduaneiros sen fronteiras ya lo hacían. Se trata de enviar fotos en las que se denunciaban todas esas barbaridades que en ocasiones realizamos los australianos del norte de España en nuestro entorno más cercano. Si bien he estado muchas veces totalmente de acuerdo con las denuncias, también quiero decir que otras muchas veces me gustan las soluciones que adoptan mis convecinos: reciclar una lata de aceite como minitecho para un contador de Fenosa. Por no hablar de las bañeras-bebederos, de las que en cierta forma poseo alguna. Quizás por herencia de algún pensador galaico que llegó a Sydney hace tiempo, podemos ver aquí una muestra de ingenio. Dividamos la escalera en dos, cerremos una mitad al público, y no la abramos hasta que se haya gastado la otra. Esto nos da unos 30 años de margen para reparar la parte más dañada: fe no me nal.
Curiosidades de la vida, comenzaba comentando que mi escultura favorita era la de las hormigas, no me atrevo a decir gigantes, que se comían el mercedes. Termino el capítulo de hoy contando como la asquerosa arañita de la foto casi os deja sin un amigo. Justo cuando iba a entrar en uno de los muchos túneles de esta ciudad, y ya bastante preocupado por no perderme y por acordarme de que estos conducen por el lado equivocado, justo en ese momento, vi de refilón como algo grande se movía por la esquina del parabrisas. Sabedor de lo sabido, cerré cual centella la ventana. Gracias al señor que lloviznaba, tenía la ventanilla casi cerrada. A ella solo le pillé dos patas, ella a mi me arrebató dos años de vida. Que asco de araña, peluda, patas gordas...Si entra en el coche habría provocado un accidente de película. La tuve cerca de dos horas allí, le hice fotos, enseñé orgulloso la caza...y no quise matarla cuando debía, decidí alargarle el sufrimiento: error. Cuando volvimos al coche ya no estaba, había dejado allí sus patas. Me había ganado la bronca que recibí. Tenía que haberla matado. -seguro que está dentro del coche. -pero si le pillé dos patas joder. Contacto. Brrrrrrrum, brrrrum. ¡AHÍ ESTÁAAAAAAA!!!! Efectivamente, o ella o su prima hermana (aun me parecía más grande) estaba dentro del coche. Jamás había imaginado que dos personas podían salir de un coche tan rápido...y ambas por la puerta del copiloto. Al final fue necesario matarla: