miércoles, 20 de febrero de 2008

CAPÍTULO 79 Unas foticos

Estas últimas semanas he desatendido el blog porque no tengo demasiado tiempo. Los días que podía hemos tenido muy mal tiempo: el tiempo aquí es un poco como el de París, solo verás fotos en días soleados pero llueve. Este año es especialmente lluvioso, dicen que toca el fenómeno de “la niña”. Su P.M. Por supuesto, yo sigo con mi uniforme de australiano: pantalón corto y chanclas. Ellos hace un mes que no visten así pero yo insisto en que es verano y que la lluvia no me va a vencer: total frío no hace (bueno, yo, como siempre, tengo calor).

La novedad es que ya puedo trabajar 20 horas semanales legalmente porque me han concedido la visa de estudiante con permiso para trabajar. Sólo me ha costado 2000$ (200.000pts) y casi dos meses conseguirla. Antes de que te digan si te la conceden o no, tienes que cumplir unos requisitos, que básicamente se resumirían en: paga esto y paga lo otro. Nosotros, los españoles con bigote, sólo les cobramos 95$ por la visa y se la concedemos en un mes. Semo gilipolla.

En Australia se da preferencia a la naturaleza, en especial a las plantas y en particular a los árboles. Da igual si las aceras o las calles revientan por sus raíces. Los árboles son lo primero. Respecto a lo que estamos acostumbrados es un choque difícil de asimilar. Si un árbol deja tu casa sin luz, te jodes. Si te corta las vistas de la bahía, te jodes. Pero claro, aquí hay gente de todas partes, e incluso nativos que no están tan de acuerdo con esa política. De cuando en cuando, algún árbol se seca por que lo han envenado. Al poco tiempo, verás una nota puesta con mucho cuidado en el cadáver, que dirá algo así: “Tree under inspection”, alguien lo ha envenado y estamos buscando información al respecto, si sabes algo llama a tal teléfono.
Pero esta política a mi me gusta. Me han contado que en Canberra, una ciudad de diseño, tienen señales en los parques recordando a la gente que la fruta de los árboles (y creo que hay muchísimos frutales) es para los pájaros y demás bichería. La gente debe comprar la fruta en las tiendas. Si te pillan: multón.
Una muestra de jardín-árbol:
La profesion a la que me dedicaba ultimamente en casa hace que me sigan interesando los almacenes. No se puede apreciar, pero este almacen que esta construyendo cocacola es inmenso.Como aqui cada uno es de una parte del mundo, el domingo tocaba conocer la comida turca. Menudo restaurante con clase. Nos coincidio con una despedida de soltera turca (danza del vientre incluida). Viendo el techo del local se puede entender porque me parece un local bien decorado. No soy muy de comidas raras, pero recomiendo la cocina turca, quizas porque no tiene nada de rara: mucha carne.
Dejo de regalo un nuevo fondo de escritorio. Me gusta llamarlo alcanfor.



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