martes, 26 de febrero de 2008

CAPÍTULO 81 Sexo animal

El fin de semana pasado se pasó por Sydney el Queen Mary. Impresionante. Ya lo había visto en España, pero Aquí es como en la casa de Gran Hermano: los sentimientos se magnifican.
Ironías de la vida, me tocó hacer de guía de un amigo inglés que se pasó el fin de semana por casa. Sí, se pueden tener amigos ingleses. Y sinceramente, gran parte de lo que le enseñé, lo hice con cara de poker: la mitad de lo que le enseñé lo acababa de conocer o lo estaba conociendo al mismo tiempo que él.
Por ejemplo, fuimos al Zoo (Taronga Zoo). Una experiencia impresionante: La visita al Zoo, comenzó con este camaleón que se descojonaba de todo y que pasaba mucho de cambiar de color. Y si este amigo hace esto, es porque es inteligente. La jaula de cristal en la que vive le deja ver y ser visto, pero sin problemas. Y tenía los problemas muy, muy cerca: El zoo está divido en zonas que se corresponden con diferentes partes de la tierra. Si había visto alguno de los animales que más me llamaron la atención, no lo recuerdo.
Y es que me impactó la sexualidad desaforada de muchos animales. Cuando el calor aprieta, no les importa la tontería esa de que están en cautividad.
Y no es que yo quiera ver un símbolo fálico en el cuello de una jirafa.


No, no va por ahí la cosa, fijaos en la lengua. Claro, pensará alguno, he pillado a la pobre en un mal momento. Sí, sí:

Después fuimos a ver a los chimpancés, y como alguno supondrá, la cosa no mejoró. En el final de una rama, una pareja de jovencitos se daban el lote en posturas imposibles. Por fortuna, lo que grabé en el video del teléfono no se ve. No tuve la misma suerte con el vídeo de los elefantes de Asia. A todo esto, el sábado, día en que fuimos al zoo, era el primer verdadero día de verano en más de dos meses. Y se nos ocurrió ir a media mañana, cuando el calor aprieta, con lo que los animales, en su mayor parte estaban en la sombra. No así los elefantes asiáticos.
Cuando nos acercamos a su zona, un padre cogía a sus dos hijos pequeños y les decía, “creo que ya habeis tenido demasiada naturaleza por hoy”. Las gentes que estaban en el zoo, en su mayor parte eran turistas, pero cuando nos acercamos a ver de que se reía la gente, nos tocó una señora australiana al lado. Señalando a la quinta pata de uno de los elefantes y con cara de poker nos dijo: “ya os gustaría, niños”. Sí, asistimos a un polvete entre dos bestias de varias toneladas. A pesar de que está grabado con el teléfono, se puede apreciar como aprieta el culo el pobre animal.

Vamos, que me he reído un rato en el Taronga Zoo. La última sorpresa que este zoo reserva al visitante son unas vistas tremendas de Sydney, y si le sumamos que normalmente se va en ferry…
Y como todo lo que empieza tiene un final, el domingo, segundo y último día de verdadero verano de este año, el Reina María partió hacia Brisbane, otra escala más en su vuelta al mundo, un lujo que no nos podemos permitir, y que quizás tampoco me parezca apetecible.
Lo despedimos tomando unas cañas en Watsons Bay, algo que si nos podemos permitir y que es un verdadero lujo.
Hoy no hay fondo de escritorio de regalo, hoy es una foto que pertenece a la serie “nombres parecidos”. En su momento os puse la foto de “Garry White”. Hoy toca “abogado de chiquito de la calzada”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja. Me ha encantado lo de Perry Madison.

Alfonso Alba dijo...

Estás más perdío que Perry Madison, jejeje