CAPÍTULO 27 Sydney - Agolada: 48 horas

Dos tranquimacines y cuatro botellitas de vino son suficientes para dormir cada vez que cierras los ojos en un avión.

Entre Sydney y Bangkok 6 horas durmiendo (de nueve). Parada técnica de una hora, estiramientos varios y pérdida de calcetines a cargo del eficiente equipo de limpieza bangkokiano. En el “tramo” Bangkok – Londres, otras ocho o nueve horas durmiendo de un total de 13 de vuelo.

Llegamos con retraso a Londres, primeros nervios, bueno, no, primeros pensamientos acerca de la posibilidad de llegar tarde al avión que me llevaría a Madrid. Imposible estar nervioso tras los tranquimacines. A los que estamos en peligro de perder el avión, nos espera un autobús para que lleguemos a tiempo de embarcar en nuestros vuelos. Y llego a tiempo a mi puerta de embarque. Me viene un pensamiento negativo de nuevo: si bien he llegado yo, mi maleta no creo que tenga tanta suerte. Definitivamente, el efecto de los tranquimacines baja en intensidad.

Por fin, volando hacia España. Londres – Madrid: leo durante media hora y duermo dos horas más de un total de dos horas y medida. Tranquimacin sigue ahí.

En el aeropuerto de Madrid me tiro tres horas y media…despierto. Avión a Vigo. Trayecto de unos 45 minutos. Sigo despierto. ¿Me habrá abandonado tranquimacin? ¿será imposible dormir más? A mi lado, en el avión a Vigo, me toca un “agonías”. –¡uy! por aquí nunca aterriza, ¡qué raro!- El avión comienza a bajar. Y a subir un poco. Pero baja de nuevo. -¿Por qué coño está subiendo de nuevo un poquitín?- El agonías no me está ayudando. Tranquimacin ha muerto y yo me veo estampado en la pista de mi ciudad tras 20000 km……durmiendo.

Por fin, ha llegado la hora de ver a Alicia, que me ha venido a buscar, y a JJS’s familyalcompleto que han venido a hacer un reportaje fotográfico de mi morena presencia. Van a ser momentos de mucha alegría. Alegría perturbada por la no presencia mi maleta. ¡NO! ¡La mía tiene que salir por la parte de internacional! Allí está. Su sereno color azul me devuelve la calma. ¿o será cosa de tranquimacin? –che, che, che.- me increpa un guardia civil español con bigote. –Eso hay que revisarlo.- Eso, mi maleta, sigue con su sereno azul. Yo comienzo a contagiarme del verde que me increpa. – ¿De dónde vienes?- De Sydney, respondo, - ¿de dónde?- De Sydney, insisto, pero repite mosqueado, -¿de dónde?- De Australia. – ah! Puede seguir.

El caso es que ahora mismo, ¿increíblemente?, tengo morriña de Australia. Me siento un poco desubicado. Lejos de dónde quiero estar al tiempo que cerca de muchos de los que quiero ver. Pero no de todos. Es tiempo de contrastes, de diferencias enormes, 20000km de Australia a España, 100 años de mi centenaria abuela a poder conocer a Xabier (para mi, "mi sobrino").

Al menos, me siento liberado de buscar a Angus. No creo que lo llegue a encontrar, al que sí he encontrado es a alguien más cercano y famoso igualmente (en su comunidad y en la nuestra). Observad la foto:
Dos pistas: Autobús 316 , Former organiser of previous festivals, musician and dance teacher, professional MC, experience& wide knowledge in Turkish history and culture.