lunes, 18 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 11 Fiesta, paseo y picnic.

Así, se podría resumir de manera escueta el fin de semana.
El sábado fiesta en casa de una amiga. Yo preparé tres tortillas, tres sí, pero entre todas no tenían suficiente sal para una hecha a mi gusto.
En la fiesta he vuelto a coincidir con Gabrielle, un italiano simpatiquísimo, supongo que lo se espera uno de un italiano, que sea simpático, que le gusten más las mujeres que... qué le gusten tanto las mujeres como a nosotros, en fin toda esa serie de tópicos. Además es un gran admirador de Lucio Dalla (luchio daaaaa la: bueníííííí simo) y claro de Mina, esa diosa italiana (gracias Sito). La lástima es que hoy (creo) se ha vuelto a Italia, es una pena, las dos veces que hemos coincidido me he reído muchísimo. Si a alguno se pasa por Cerdeña y le entran ganas de ponerse un pearcing o celebrar la visita con un tatoo, que le visite a su tienda Gatto Matto Studio.

Las fiestas aquí se acaban pronto, a las doce, la vecina loca de in front nos pegó un toque por el "ditófono" para que dejásemos de divertirnos, no sea que no quedase más para otro día.

Acostándote a esas horas, lo mejor es que al día siguiente se puede madrugar y darse un paseo por los acantilados. El paseo es una oportunidad más para demostrar que la construcción no tiene que estar reñida con la naturaleza, hay casas hasta el borde del acantilado, incluso en el acantilado y al mismo tiempo se puede hacer un paseo bien largo para que todos podamos disfrutar de las vistas. Claro que aquí no estamos nosotros construyendo.
En fin, que una vez más tengo que hablar maravillas de esta ciudad. Me reservo todas las pestes para el día que hable de las señales de aparcar, prohibido......ahí se van a cagar.
Pero cómo estamos enseñando lo bonito, seamos positivos, os enseño la playa dónde hicimos un picnic. La idea es ver desde ahí los famosísimos fuegos de fin de año desde el puente de Sydney. Por cierto, el puente se puede visitar, es decir, se puede subir a él, pero son tan precavidos que incluso hacen un control de alcoholemia antes de subir. Las tarifas son muy asequibles (10$ son más o menos 6€, vamos que lo más económico pasa de las 15000 pts).

El viernes pasado he cumplido tres semanas en Sydney, tres semanas maravillosas, salvo por el pequeño detalle de que aun no he visto a Angus. Sé que existe porque ha estado en España varias veces y tengo pruebas ello. El vídeo de hoy se merece un aplauso.

Las fotos de la jornada aquí.

2 comentarios:

JAVIER SOBRINO dijo...

"La construcción no tiene que estar reñida con la Naturaleza", Luis Casares, 18 de diciembre de 2006... Qué buen epitafio... si te sobrevivo, me encargaré personalmente de tatuarlo en tu santuario, pichín... o , mejor aún, para tatuarlo llamaré a tu amigo el spaghetti... jiji... se vuelve a comprobar: un italiano y un spagnolo se llevan de coña... hasta que tienen una mujer en medio, que entonces nos convertimos tutti en enemigos acérrimos!.
Para tu información, ya has cumplido un mes en Downunder... 11 chapters... meaning more than 130 chapters a year... mi maaaaa! Me río yo de Guerra y Paz!!!!!

Anónimo dijo...

Muy buena la pagina del tatuador italiano. Sobre todo la foto de la tia enseñando toda la hucha.

Si es que estas en todo.......

Eh fai unhas filloas e un bo lacon con grelos da Golada para que aprendan eses aussies.