miércoles, 27 de diciembre de 2006

CAPÍTULO 14 Paella y Barbacoa. McGiver y McSouza

Capítulo patrocinado por Karma Viajes. Nadie me había "traído" a Australia tan bien.

El canguro es un animal con mucha personalidad. Nosotros, los australianos, lo sabemos. Si ves por segunda vez a uno de ellos, saltando, comiendo, entre las dunas más cercanas a la foresta y el canguro no está de quiero para sacarle una foto, no se la sacas. Nosotros, los australianos, lo sabemos. Sabemos que los puñeteros prefieren bajar a la playa al oscurecer. Pero nosotros, los australianos de marcado origen español, en ocasiones somos olvidadizos, se nos va la mano a la Nikkon y no respetamos la opinión de un bicho. Sin embargo, ella, la noche, pasa de nacionalidades y la foto sale en bello negro total. En ese típico color negro-negro que podría dar pie a interpretaciones del tipo, como era un canguro estaba saltando en ese momento y por eso no se le ve.

La caminata hasta la cabaña se componía de dos fases marcadas por el tipo de terreno: diez minutos por la arena (blanda) de la playa, y otros diez por un sendero (blando) con cuesta pronunciada al principio. Nosotros, los australianos acostumbrados a cargar con la tabla de surf, apenas nos cansamos…como llovía tenuemente, el agua que caía sobre nosotros disimulaba, escasamente, el sudor que empapaba nuestras camisetas. Pero el objetivo era llevar la paellera para cuarenta, el quemador de la paellera para cuarenta, la bombona para el quemador de la paellera para cuarenta….la carne, el arroz….Y qué bien salió la paella!!. La paella, además de aportar un enorme toque español al monte australiano, sabemos que está fundamentalmente basada en el arroz, ese gran alimento que tiende a estreñirnos. Bendito sea el arroz, a nosotros los australianos nos gusta hacer number two de campo, pero aquí entre que había un “toilet” sin cisterna y que las arañas que hay son del tamaño de un ciervo volante, la ocasión no se prestaba a aventuras sensoriales por ahí abajo.

A pesar de la prohibición de hacer hogueras, la primera noche teníamos entre nuestras filas a un lugareño, McGiver; eso facilitó las cosas porque si bien la lluvia fue poca, fue constante y las maderas estaban húmedas. Dos pastillas de chocolate blando, un palillo usado y una cerilla sin fósforo más tarde McGiver hizo un pedazo de fuego que quitaba el sentío. O lo quitaron las cervezas de la tarde, las copas de vino en la cena, el ron-cola con limón natural…Fue una noche de abrazos. Alicia, estarías orgullosa de mi.

El día 25 fue ya un día más típicamente navideño para nosotros los australianos: baño cargado de miedo por las resacas (las nuestras y las del mar), varias capas de crema solar, partidita de palas, malabares varios con el balón, partido de fútbol en la playa contra unos niños kurdos (fue necesario emplear las cargas legales para compensar la rapidez innata de los niños -en plena forma- kurdos), en fin, que os voy a contar que no sepamos nosotros los australianos.

Al anochecer bajamos a buscar canguros…con un éxito desigual: unos pocos no vieron ninguno, algunos vieron dos, casi todos vimos uno. Nosotros los australianos tenemos un dicho: vale, hemos visto un canguro pero es la hora de cenar y nos gustan las barbacoas!!!!! Dicho y hecho, otra vez a comer, teníamos maravillosos cocineros, a beber, que buenos abridores de botellas, la paellera para cuarenta con todos los complementos, una hoguera para después de la cena….coño, se había ido McGiver; no problemo, tenemos a McSouza, de experto en forestas australianas a experto en selvas amazónicas. O Luciano encargouse do fire.

Garie beach, en el Royal National Park. Una Navidad diferente. Diferente pero igual, porque si es difícil ver un canguro en libertad, más lo es ver a Angus. El video resumen es el video de Rafa Villegas, un periodista venido a fianciero (contra su voluntad, claro está). Para su aventura australiana tiene otro blog que recomiendo: Oceanía Directo, y que durará más que este.

En resumen: playa, palas, futebol, arañas gigantes, barbacoa, paella, pantalones cortos, loros con hambre, otro lagarto juancho, anguilas, camisetas, más playa, gorrito de papanoel….lo típico.

El resto de las fotos aquí.



16 comentarios:

a dijo...

1.- Los canguros son como los gazafellos, difíciles de "mirar".

2.- Nosotros los vigueses aborígenes de Ames no nos cansamos de subir y bajar cuestas con la tabla de surf.

3.- Bendita navidad ahí, qué sol!!!!!!! pero, estás muy blanquito aún, y teniendo en cuenta que yo el monitor lo tengo con poco brillo.

Caesares8 dijo...

nosotros,los australianos que usamos PC, nos vemos morenos. Pero vosotros, los amesianos evangelizadores de mac...

Anónimo dijo...

Nosotros los Baioneses no paramos de acarrear centollos y bogavantes mientras sorteamos el gran crecimiento urbanistico de la real Villa.
Oye !!! conoces a alguien en Karma , creo que organizan unos viajes buenisimos a un precio incomparable !!!! Me han dicho que son unos grandísimos profesionales ¿es cierto?

Anónimo dijo...

Pese a ser un irlandés de pura cepa (ya sabéis, con güisqui, nata, y unos granos de café por encima) no tengo yo muy claro cómo en Vigo podéis soportar a estos pseudopijos de Baiona. Sin duda, me quedo con mi policoya adoptiva.
Luis, ya podrás cantar el emotivo himno de policoya a la entrada del nuevo año, ¿eh?

Caesares8 dijo...

of course, cómo era? coia! coia! qué tiene el culo blanco por que su mujer lo lava con ariel.....

Anónimo dijo...

¡¡¡ No, hombre, no !!! Ese es el que se inventó el hermano yonqui de Chantada. Una versión de cagarse. El que yo digo es el clásico: "policoya dime tú... qué sonidos son los que oigo yo...".
Por cierto, el tal Angus ese, ¿no se había colgado de un bonsai, o algo así...? ¿O ese había sido Torrebruno...? No sé muy bien. Es que además de ser ambos muy bajitos, también confundo sus estilos musicales.

Caesares8 dijo...

el que se ha muerto (y de qué manera) ha sido Demis Russos.

Anónimo dijo...

Cuenta, cuenta !!!!
¿que carallo dice el expijo de Coia?(hoy pijo de la avda de Castrelos

Caesares8 dijo...

en serio que no sabes de qué se murió Demis Russos.

Anónimo dijo...

No, no lo sé

Caesares8 dijo...

coño, de tanto triqui, triqui, triqui, triqui, triqui, tri....

Anónimo dijo...

queridos amigos, lo peor es que Luis, después de su insistencia en el asunto Demis Russos y su posterior éxito humorístico ( solo comparable a el "por el culo te la hinco" que tanto temía Ramón García la noche de aquel año) se ha quedado con una sonrisa de satisfacción que le durará probablemente hasta Febrero.

Que yo lo sé. Lo sufrí en carne propia. Como Demis.

Anónimo dijo...

ah, por cierto, esto es muy bueno...

http://www.youtube.com/watch?v=8mBDQXWflbM&eurl=

Caesares8 dijo...

Policoiarules, reconocerás que merecía la pena "volver" a hacer la brincadeira.

Buenísimo el enlace, "Ana". Cómo me gustan ese tipo de historias, ¿se podrá vivir de eso?

Anónimo dijo...

coño Luis¡ no sabia yo que los canguros vigueses fuesen tan negros,,,

Anónimo dijo...

Luis, soy la "anonimo", es que te he enviado un mensajito a tu cuenta de gmail y la debes de tener llena. Gracias por la postal.
Besos, Conchi (la granaina afincada en Madrid y de compañero gallego ;-)).